La Luna

La Tierra, al igual que muchos otros planetas de nuestro Sistema Solar, cuenta con un satélite natural que gira a su alrededor. Se trata de nuestra hermosa Luna, que nos acompaña todas las noches ¡¡e incluso algunos días!!

 

En la antigüedad, la luna sólo podía ser observada utilizando simplemente los ojos. En 1610, el astrónomo Galileo inventa el telescopio. Gracias a este invento, desde ese momento, todos los observadores y estudiosos de la Luna comenzaron a conocer muchas cosas más que lo que simplemente podían ver con sus ojos. Se descubrió que la superficie de la Luna es irregular, debido a las colisiones que la sacudieron en los comienzos del Sistema Solar, que posee montañas, cráteres y oscuras depresiones llenas de lava (llamadas "mares"). 

Los años que siguieron hasta el presente nos han servido para descubrir algunas de sus características más sobresalientes... ¡aunque aún nos falta descifrar algunos de sus más profundos misterios!

Por ejemplo, los científicos intentan explicar precisamente su nacimiento. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez cómo surgió la Luna? Bueno, aunque difícilmente tengamos una certeza de lo que pasó, si podemos, en base a lo que hemos investigado, suponer el pasado. 

La teoría más aceptada por la NASA es que un objeto de gran tamaño (similar a Marte) habría chocado con la Tierra. El impacto habría causado que fragmentos de nuestro planeta y de este cuerpo extraño se hayan unido para dar nacimiento a la Luna. 

En el principio las altas temperaturas habrían hecho que se derritan sus capas externas formando una especie de "océano de magma". Al enfriarse dio lugar a la corteza lunar pero, con los años, esta recibió numerosos impactos de meteoritos, lo cual formó cráteres y rupturas sobre su superficie.

Pero allí no termina la historia, luego la Luna entró en su fase volcánica en la cual se formaron grandes planicies de lava de color oscuro. En la medida en que se fue enfriando, esta actividad cesó y hoy sabemos que nuestro asombroso satélite se ha calmado. Aunque no del todo... se han registrado numerosos "lunamotos" que alteran su aparente tranquilidad. ¿Cómo es esto? Bueno, ¡¡terremotos pero en la Luna!!

Otras cosas hemos descubierto en todos estos años. Por ejemplo, sabemos que la Luna ocupa más de un cuarto del tamaño de la Tierra. Es decir que si nos cortaran en cuatro "gajos" uno de ellos tendría aproximadamente el tamaño de nuestro hermoso satélite.

También sabemos que la gravedad allí es mucho menor que en nuestro planeta. Y tú también debes tener evidencias de esto... ¿Cómo? Bueno, seguramente viste alguna vez a los astronautas dando pasos gigantes como si flotaran en su superficie. Esto en la Tierra no es posible porque estamos más "sujetos" al piso por una fuerza de gravedad mayor.

Como la Luna no tiene atmósfera , allí no hay viento ni fenómenos climatológicos como los que vemos en la Tierra (y otros planetas). Ahora bien, sabemos que la atmósfera terrestre sirve también para regular la temperatura. Pues bien, como en la Luna no existe, allí puede hacer 100ºC al mediodía y -173ºC a la noche. ¡¡¡Te imaginas tener que dormir con 173ºC bajo cero!!!!

Otra cosa extraña es que la Luna tiene una forma similar a un huevo. El extremo más pequeño se encuentra siempre mirando hacia la Tierra. Es decir que gira a nuestro alrededor ocultando siempre una de sus caras. Esta sólo puede verse desde el espacio. 

Aquí en esta foto puedes ver la Luna tal como la vieron los astronautas del Apolo 17 en el año 1972. A la derecha se encuentra la cara que nunca se muestra a quienes habitamos la Tierra. Presta atención a las manchas oscuras de la izquierda: esas son las planicies de lava. Las partes más claras son las regiones altas y si miras con atención encontrarás algunos cráteres realmente inmensos.