Candamo

 

La Zona Reservada de Tambopata-Candamo se estableció el 26 de enero de 1990 mediante Resolución Ministerial Nº 00032-90-AG/DGFF. Se encuentra ubicada en los departamentos de Madre de Dios (provincia de Tambopata) y Puno (provincias de Carabaya y Sandia). Ocupa una superficie total de 1 043 998,20 hectáreas.

El Parque Nacional del Manu y esta Zona Reservada son las áreas más estudiadas de la Amazonía peruana. En Tambopata-Candamo se ha registrado la más alta diversidad en aves (575 sp.), mariposas (1,200 sp.), libélulas (103 sp.) y hormigas arbóreas (135 sp.). Asimismo, se tienen registros de mamíferos (103 sp.), anfibios (más de 60 sp.), reptiles (67 sp., entre culebras, tortugas, cocodrilos y lagartijas) y peces (94 sp.).

También se encuentran poblaciones de varias especies en extinción tales como el lobo de río (Pteronura brasiliensis), el perro de monte (Speothos venaticus), el lagarto negro (Melanosuchus niger) y el águila harpía (Harpia harpyja), entre otras.

Esta zona presenta diferentes tipos de vegetación, como las de las llanuras de inundación, de las llanuras de sedimentación (aguajales, bosque de terrazas, bosque de galerías, entre otros), de colinas (bosque de pie de monte, bosque de colinas, entre otros) y de montañas (bosque de montañas altas y bajas).

Entre los principales objetivos de la Zona Reservada de Tambopata-Candamo están la conservación de la flora y la fauna silvestre, así como de las bellezas paisajísticas de esta región de la selva sur.

Asimismo, la protección, conservación y evaluación de los recursos naturales, culturales y paisajísticos de la zona. También se requiere de una investigación sobre el uso potencial de los recursos naturales y la participación de las poblaciones aledañas en el manejo de esos recursos como alternativa para un desarrollo sostenible en el sur oriente peruano.

Otro objetivo es el de proteger las tierras con alto riesgo de erosión, para asegurar así la continuidad de las actividades agropecuarias y forestales que allí ocurren y promover la conservación de los recursos naturales existentes, para lo cual se requiere la integración de los tres pilares fundamentales en los que se sustenta la conservación: 1) mantener los procesos ecológicos existentes; 2) preservar la diversidad; y 3) utilizar los recursos en forma sostenible.